Hoy me avisaron de un nuevo pájaro accidentado. Una niña de 1º A lo entregó en enfermería (es curso se está volviendo el curso de los rescatadores de aves). Afortunadamente el choque no fue fatal. Se estrelló contra la ventana de psicología y estuvo bajo los cuidados de Andrea, la enfermera, hasta que me lo entregaron. Sin duda era un ejemplar de Coccyzus (cuclillo), y lo más seguro a primera vista se trataba de un juvenil. Pensaba que era un cuclillo americano (C. americanus), por estos días de migración, y uno de las aves que más se accidentan con ventanales, pero tenía mis dudas. Al llegar a casa, las dudas se hicieron mayores al hacer mis consultas en los libros que tengo. Todo apunta a que es un juvenil de Coccyzus erythropthalmus (cuclillo piquinegro) por las siguientes razones: pico negro, anillo ocular amarillo y un poco de color rufo en las alas, aunque no tanto como en el cuclillo americano. El pajarito finalmente alzó el vuelo, desde la enfermería hasta el magnolio que queda frente a la enfermería y allí permaneció posado por más de dos horas, recuperándose del golpe y protegiéndose de la lluvia. Varios niños y niñas del colegio pudieron contemplarlo y maravillarse con el pájaro. Pasadas las cuatro de la tarde cuando volví a pasar por el magnolio, el cuclillo ya no estaba: parece ser que se recuperó del todo y voló a otro lugar donde no lo observaran tanto.